CON LA OCHO NOS DIERON POR EL OCHO.
No soy antitaurina, soy pro toros.
Es como decir soy quiteña, soy mujer, soy vianney.
Si pues, he nacido con algo que no sé cómo llamarlo pero me duele ver como sufre un animal.
No es cuestión de resentimientos sociales, porque muchos de los taurinos, que se creen más españoles que el Rey Juan Carlos, piensan que los antitaurinos (pro toros en mi caso) somos gente que sin dinero para entrar a la plaza nos ensañamos con los que si tienen, y claro no puedo negar que hay gente así, pero yo Vianney, no lo soy.
Soy pro-toros, porque amo a los seres vivos, debo reconocer que amo a los animales más que a ciertos seres humanos, porque en ninguna especie animal, se mata por diversión, solo en la nuestra, porque me parece un insulto decirle a alguien burro, mientras que es una verdadera ofensa decirle a un animal, humano.
Mi ciudad fue indígena antes de ser española, y luego mestiza, si vamos por tradiciones, cuando los Quitus (de ahí viene el nombre de Quito) eran señores de estas tierras, sacrificaban a las vírgenes y a los presos de guerra para sus dioses, entonces por tradición deberíamos seguir haciéndolo, como por tradición deberían seguir matando en Roma a los cristianos, como en la edad media deberían seguir matando a los librepensadores por herejes.
Nos dieron la oportunidad el 7 de mayo de votar por “evitar la muerte de un animal en público”, desde ahí ya está mal hecha la pregunta, no es culpa del alcalde ni de los concejales, es culpa de autoridades más altas porque como nos habremos dado cuenta, esa consulta y esa pregunta son una manipulación completa.
Querían quedar bien con unos y con otros y ahí está, no quedaron bien con nadie porque los antitaurinos siguen en contra de la feria Jesús del Gran Poder y los taurinos tendrán un “espectáculo” incompleto. Si los que van se respetaran un poco, no irían, porque ha de ser como ver un partido de fútbol pero que sepan que no va a ver goles, osea una mamarrachada, una pantomima.
Pero claro que ha de estar llena la plaza de toros, porque los noveleros son más, y los que llenan la plaza son 90% noveleros, gente de la clase media, que busca aceptación de la clase alta, sin saber que ellos son despreciados , porque siempre van a ser arribistas, aunque vayan a los mismos lugares o hasta vistan la misma marca de ropa.
Y así estarán vestidos de cowboy, tomando vino en bota, disfrutando del “ambiente”, alado de la banda de pueblo, que solo se baila cuando estás borracho o en las fiestas de Quito, y gritando ole sin sentido , sacando pañuelos blancos a cada rato, sintiéndose más porque están ahí. Pobres vidas desgraciadas y vacías.
En mi vida tolero muchas cosas, pero el maltrato a un ser vivo no y de ninguna manera. Si dos idiotas quieren golpearse, como en el box, hasta me divierte, son dos humanos con conciencia, haciéndose daño por voluntad propia, pero el toreo es un humano aprovechándose de un animal, para beneplácito de un grupo de gente que ni sabe a lo que va, que ni sabe lo que es, que solo busca ser notada de alguna manera.
No pretendo ser radical, porque es claro que no todos los taurinos son noveleros, hay pocos, muy pocos ,que lo son por convicción, por tradición verdadera , pero la mayoría no y eso me jode, que un animal muera porque haya gente que necesita ser “alguien”.