Me place comunicar a los nacionales, extranjeros y extranjeros nacionalizados, que ya no es necesario cruzar el atlántico para disfrutar de hermosos paseos por acueductos de una ciudad, que Venecia ni que nada, si usted quiere sentir lo que es ir en bote (no en góndola porque no nos da para tanto) dentro de una cosmopolita ciudad, lo puede hacer en Quito.
Por 25 centavitos acérquese a su parada del trole más cercana, pero antes de salir de casa verifique que en el cielo haya nubes negras negras de esas que parecen de la apocalipsis, suba al trole y cuando empiece a llover es una señal de que su aventura está por empezar, lo primero que va a sentir es que el trole no avanza y que usted está debajo de un puente, paso a desnivel, o algo por el estilo, la parte de la ciudad es lo de menos, lo importante es que esté lloviendo como ducha abierta, luego va a percibir que el agua está empezando a subir y que de repente el asfalto ha desaparecido y que lo que ve es una agüita medio negra con cáscaras flotando a su alrededor y algún carrito a lado del trole desapareciendo también, porque si ya llueve y veo que la calle parece río, como me meto a cruzar por ahí con un mini Austin, en fin, cuando perciba todas estas señales es tiempo de iniciar su viaje.
Algún comedido ya habrá llamado a los bomberos y en vez de un italiano con bigotìn, usted va a ver un bombero medio fortachón o el primo de alguien que sea del GOE (véase cholometro), en vez de góndola estilizada y simpática va a ir en unos botecitos negros que parecen llantas infladas y no piense que va a ser un paseo exclusivo, tendrá que ir con 10 o 12 personas que subieron al trole para disfrutar lo mismo que usted, claro que por 25 centavos no exija mucho, lo que si hay de diferente es que algún reportero le va a estar enfocando entonces ahí tiene su oportunidad de hacerse famoso, eso si es una gran ventaja, y claro que nadie va a cantar la traviata para alegrar su viaje asi que queda a consideración de cada uno cantar lo que le plazca.
Si desea salude a los reporteros que lo enfocaran y de seguro aparece en cualquier medio televisivo o escrito, este paseo en los acueductos quiteños, es un nuevo atractivo de la ciudad, pero no hay que agradecer al alcalde sino a todos los “cultos y educados” ciudadanos que siguen al pie de la regla lo que dice en algunos autobuses: “sea culto no bote basura en el bus, tírela a la calle”, también a los que construyen y que aparte de incomodar la vereda botan arena en las alcantarillas, a las mayorcitas que barren el frente de la vereda para que esté limpia pero asumen que el resto de la calle es problema de Emaseo, a los que sacan la basura en lunes a las ocho de la mañana cuando el recolector pasa martes a las nueve de la noche, y hay que agradecer a todos los que terminan de comer, libar, o sonarse la nariz por ver un basurero a lado de ellos pero botar sus desperdicios donde están parados.
Así que “foreigners” vengan a Quito aparte de conocer la mitad del mundo y el centro histórico pueden viajar en seudo góndola que no es mejor que la de Italia, pero es más barata, más acogedora y sobre todo sucede tan de repente que le pone emoción a la vida.
Posdata.- Disponibilidad sujeta a cambios climáticos, probablemente hasta junio por lluvias echo cascada, Quito y su municipalidad no se reesponsabiliza por ahogados, electrocutados, enfermedades infecciosas por el agua etc etc etc.
jajajjaja como me hiciste reír viannn....deberías ya escribir para algún periódico!
ResponderEliminarDios te oiga! hijita
ResponderEliminareres una bestia! yo digo q compremos lancha! jajajaj!
ResponderEliminarmejor un kayac como somos egoistas para ir solitos
ResponderEliminarjajajaja!! cobre de dos!!
ResponderEliminar