La odisea del Trole (mejor que la odisea de Homero)

Es que el trole si es mejor que la Odisea de Homero, mientras subes, te empujan y bajan, tocas tus bolsillos por si acaso tu celular ha desaparecido mágicamente, es que son mejor que Harry Potter, en un segundo no tienes billetera, cartera y hasta de repente sientes las manitos de algún morboso que aprovechando la multitud te quiere “mandar mano”.

Todo empieza cuando te subes a una parada y claro si te gusta respetar haces fila, pero de repente viene la señora con un niño y le dice al “Jhonathan” que empuje para ganar puesto, entonces mientras llega el trole, el Jonathan ya está delante de tuyo esperando por su asiento y luego de esperar 5 minutos e ir viendo como la gente sigue llenando la diminuta parada, compruebas que en la puerta por donde vas a pasar está un tipo mal encarado que mejor ni decirle que haga fila, llega el trole, muy contento eso si, con los respectivos sonidos acorde a la época, fiesta de quito el trole nos deleita con el “chullita quiteño”, si es navidad con Rodolfo el reno y las demás épocas del año con una canción indescriptible, si quieren saber como es (los que no saben) llámenme y les tarareo.

Entonces te subes al trole (si puedes), el Jonathan ya está adentro mientras tú luchas con los que salen y proteges tus partes nobles y tus bienes hasta que por fin entras, y te topas que no tienes de donde sostenerte y te golpea un vientecillo con una mezcla inusual de aromas, desde el “axe solo para hombres” hasta el olor de alguien que seguramente no tiene agua en su casa o piensa que lo inteligente se le va bañándose , entonces decides que es mejor dejarte llevar por la marea humana y el trole va por grietas y más parece camino empedrado de tanto que se mueve.

¡Ve! el Jonathan ya está sentado y su mamá parada porque el guagua quiere ir así, y uno ruega a dios que no le roben (hurten en lenguaje legal) y que llegue rápido a tu destino, pero mientras eso sucede, vas acompañado de alguien que se cree dj y no tiene audífonos y mientras escucho por una oreja al infaltable aventura, con “tu corazoncito es mío, mío, mío” (para este no llamen que no me sé completa la canción) por la otra oreja uno un poco más sofisticado me lleva al son de “contra la paré e e” .

Y ahí está una pareja que me da lecciones de “lingüística”, se me hace que estos deberían ir “todo norte” (para los que no sepan que es pregunten a un quiteño) y entre besos apasionados, y “buena música” anuncian por fin mi parada y entonces otra vez la batalla:

Vianney: perdón, permiso, señora disculpe me deja pasar

Señora : se baja aquí?

Vianney: no solo quiero estar cerca de usted (eso pienso pero no lo digo), si señora.

Señora: ah siga siga entonces

Y me bajo sintiendo que se me pegaron los olores, que la señora que me dio paso me hizo un favor, tarareando aventura, y con ganas de tener un novio para practicar las lecciones linguales de la pareja del trole ah y por andar embelesada sin mi celular en el bolsillo.